La Comisión ha realizado una propuesta de Reglamento mediante el cual se crea un marco para la protección de la propiedad intelectual de los productos artesanales e industriales que se basan en la originalidad y autenticidad de las prácticas tradicionales de sus regiones. La protección se llevará a cabo mediante la extensión del régimen de las denominaciones de origen para productos agrícolas, lo que conlleva la ventaja de aprovechamiento del acervo doctrinal y jurisprudencial sobre esta modalidad de propiedad intelectual.
La Comisión de la UE considera que la extensión del régimen de protección de las denominaciones de origen a productos artesanales e industriales facilitará a los consumidores el reconocimiento de la calidad de esos productos y les ayudará en la toma de decisiones de compra, al tiempo que también ayudará a promover, atraer y retener competencias y puestos de trabajo en las regiones europeas, contribuyendo a su desarrollo económico. Este interés de la UE por ampliar el ámbito de las denominaciones de origen no es novedoso. Hay que resaltar su implicación en las negociaciones sobre las indicaciones geográficas en el Programa de Doha para el Desarrollo de la OMC, en particular en su comunicación de 13 de junio de 2005 proponiendo la modificación de la Sección 3 ADPIC con el fin de extender el régimen de protección de las denominaciones de origen existentes para los vinos y bebidas espirituosas a las denominaciones geográficas de todos los productos. Además, propuso la inclusión de un anexo a ADPIC estableciendo un sistema multilateral de notificación y registro de denominaciones de origen.
En el Plan de Acción sobre Propiedad Intelectual publicado el 20 de noviembre de 2020 la Comisión anunció su objetivo de reforzar la protección de las indicaciones geográficas agrícolas, considerando al mismo tiempo la viabilidad de un sistema de protección de las indicaciones geográficas para los productos no agrícolas a escala de la UE.
El 13 de abril último la Comisión presentó la propuesta de Reglamento en el que se establece un marco jurídico para la protección a escala de la UE de las indicaciones geográficas de los productos artesanales e industriales con el fin de ayudar a los productores a proteger y hacer valer los derechos de propiedad intelectual de sus productos en toda la UE. El nuevo Reglamento también facilitará la actuación contra los productos falsos, incluidos los que se venden en línea. Abordará las protecciones actualmente fragmentadas y parciales que existen a nivel nacional.
El marco propuesto por la Comisión permitirá un registro sencillo y rentable de las IG para los productos artesanales e industriales, estableciendo un proceso de solicitud de dos niveles. Para ello, los productores deberán presentar sus solicitudes de IG a las autoridades designadas de los Estados miembros, que a su vez presentarán las solicitudes aprobadas para su posterior evaluación y aprobación a la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO). También será posible un procedimiento de solicitud directa a la EUIPO para los Estados miembros que no dispongan de un procedimiento de evaluación nacional. La propuesta también ofrece la posibilidad de que los productores declaren por sí mismos la conformidad de sus productos con el pliego de condiciones, lo que hará que el sistema sea más ligero y menos costoso.
También permitirá la plena compatibilidad con la protección internacional de las IG, al permitir a los productores de IG artesanales e industriales registradas proteger sus productos en todos los países signatarios del Acta de Ginebra sobre Denominaciones de Origen e Indicaciones Geográficas en el marco de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), a la que la UE se adhirió en noviembre de 2019 y que abarca las IG artesanales e industriales. Al mismo tiempo, ahora será posible proteger las IG correspondientes de terceros países dentro de la UE.
Por último, el marco de protección que se propone, será útil para apoyar el desarrollo de las regiones rurales y de otro tipo de Europa ofreciendo incentivos a los productores, especialmente a las PYME, para que inviertan en nuevos productos auténticos y creen nichos de mercado. Y, al mismo tiempo, contribuirá a conservar competencias únicas que, de otro modo, podrían desaparecer, especialmente en las regiones rurales y menos desarrolladas de Europa. Las regiones se beneficiarán de la reputación de las nuevas IG. Esto puede contribuir a atraer turistas y a crear nuevos puestos de trabajo altamente cualificados en las regiones, impulsando así su recuperación económica.